Barañao: «Los concejales no tenían una adecuada información sobre el glifosato»

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El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, se refirió de esa manera al tratamiento que tuvo en el ámbito legislativo local.

 

El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, dijo esta semana que los concejales de Rosario «evidentemente no tenían información adecuada», cuando votaron a favor de la prohibición de uso del glifosato en la ciudad a final del año pasado. También agregó que «a nivel global no existe evidencia de que el glifosato usado correctamente produzca daños».

Estas declaraciones reavivaron el debate que en diciembre pasado atravesó todos los bloques políticos de la ciudad cuando, tras una serie de marchas y contramarchas, el Concejo local prohibió el uso de ese herbicida (el más usado del mundo y declarado por la Organización Mundial de la Salud como «probable cancerígeno en humanos»), dentro de los límites de la ciudad.

La ordenanza aprobada el 16 de noviembre pasado desató enormes presiones de las entidades agropecuarias, lo que generó que algunos concejales intentaran cambiar la letra del proyecto.

El escándalo político e institucional generado terminó finalmente con la aprobación de la ordenanza, que no fue vetada por Mónica Fein ni reemplazada después por otra.

En marzo de este año desde la Municipalidad lanzaron un programa para que los productores locales que utilizan ese agroquímico u otros comiencen una transición hacia un modelo de producción de alimentos basado en la agroecología.

Es que según los relevamientos municipales existen dentro de los límites de la ciudad alrededor de 1.200 hectáreas de producción extensiva sobre todo de soja.

Una transición

La intención del gobierno local es que en un plazo de tres años como máximo, los productores de soja que se encuentran en la periferia de la ciudad emprendan una transición hacia un modelo agroecológico libre de químicos, no sólo de glifosato.

Según dijo el ministro durante su visita al S20 (un encuentro que congregó a científico de todo el mundo para discutir sobre seguridad alimentaria), Argentina tiene ante si «dos vertientes»: por un lado la producción de alimentos de forma industrial «para todo el mundo», y por el otro la posibilidad de fabricar «alimentos premium» para un mercado con alto poder adquisitivo.

«Hay dos vertientes, la producción masiva de alimentos para todos y otra para un mercado de alto poder adquisitivo que busca alimentos de alta calidad», dijo, sin aclarar si la diferencia entre estos dos tipos de alimentos es, justamente, la utilización o no de agroquímicos.

En relación a la polémica sobre el uso del glifosato, señaló que «hay que presentar las cosas sobre la base de la evidencia, y a nivel global no existe evidencia de que el glifosato usado correctamente produzca daños».

Recordó que hace pocos días hubo una reunión de los 4 ministerios sobre el correcto uso de fitosanitarios y señaló que «hay que tener un monitoreo continuo para detectar cualquier anomalía». Consultado sobre el voto de los concejales rosarinos en contra del glifosato, dijo que «no tenían información adecuada».

En relación al futuro, el funcionario dijo que se trata de ver «de qué manera se puede avanzar hacia una intensificación sostenible de la agricultura», ya que habrá que producir más alimentos a futuro «con igual o menos tierra y menos agroquímicos».

Fuente – Diario La Capital

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